Este EED (Encuentro de Experiencia de Dios) ha sido fascinante, asistieron 31 personas, entre ellos un asistente muy jovencito. Se pudo observar cómo el amor del Padre iba calmando los ímpetus de quienes llegaron un poco agitados, y poco a poco fueron encontrando en el silencio y la soledad, la calma para escuchar a nuestro Señor y vivir unos días en su “presencia”, recuperando la alegría y el sentido de sus vidas.
Según sus palabras vivieron durante esos días una experiencia maravillosa, salieron realmente radiantes, transformados por el amor de Dios, pues encontraron lo que estaban buscando.
Les compartimos algunos de sus testimonios:
– Vivir un EED es un tiempo para estar con quien sabes que te ama, la experiencia de vivirlo me dejó una huella en el corazón, pues a través de charlas y tiempos fuertes, mi alma fue caminando de la mano del Señor, alcanzando una gran paz interior. Gracias al Matrimonio Evangelizador, que con tanto amor están entregados a la obra del Señor. Te invito a vivir un EED, la espiritualidad que padre Ignacio nos dejó es un tesoro invaluable.
¡Ven al banquete! ¡No te quedes fuera! El Señor Jesús te está esperando.
– Este EED me ha servido para buscar el Rostro de Dios, para tener un encuentro con Él en silencio y soledad. Aquí aprendí de la atrofia espiritual, enfermedad que la mayoría tenemos y no lo sabemos y que por medio de silenciamientos previos y la oración se puede sanar esa enfermedad. Me voy muy contenta porque recuperé la alegría de vivir, mi corazón se vivificó para seguir sirviendo a Dios.
¡¡Te invito a que te des la oportunidad de conocer y de vivir un EED?!!!
