«Hijos míos, salgan al mundo con las antorchas en las manos. Cuelguen lámparas en los muros de las noches. Donde haya hogueras pongan manantiales. Donde se forjen espadas planten rosales. Transformen en jardines los campos de batalla. Abran surcos y siembren amor. Planten banderas de libertad en la patria de la pobreza. Y anuncien que llega pronto la era del amor, de la alegría y de la Paz.»
– Padre Ignacio Larrañaga
Estoy re-feliz de todas las bendiciones recibidas en este punto del camino que apenas comienza.
Definitivamente, los Talleres de Oración y Vida son algo que puso DIOS en el momento justo de mi vida para mover mi interior y ponerme a buscar caminando.
He aprendido a reconocerme hijo amado del Padre, y proponerme a vivir como tal. He descubierto el valor del abandono y como todavía tengo mucho trabajo en eso jajaja. Me sé invitado a llevar una vida desenvuelta en una confianza plena en el Padre.
Me siento interpelado por lo mucho que todavía me falta por aprender a encontrarme con Jesús, a contemplarle en el silencio de mi corazón. Y sé que, en este camino de mi vida, Él me llama a vivir su amor amando a los demás, compartiéndolo en la escucha y la consolación.
Definitivamente no soy el mejor para ello jajaja, pero si el camino es de Dios, Él pondrá los medios y acomodará todo en su lugar. Que sea el Espíritu Santo quien guíe… No se cómo todo esto se ha ido acomodando, pero, lo que sí sé es que es obra de Dios.