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Miles de personas en el mundo han recuperado la alegría y el encanto de la vida.

Talleres de Oración y Vida

Padre Ignacio Larrañaga

Miles de personas en el mundo han recuperado
la alegría y el encanto de la vida.

Talleres de Oración y Vida

Padre Ignacio Larrañaga

Todo hombre sencillo, lleva en su alma un sueño…

Éste año 2020, se cumplen 25 años de la creación de los Talleres de Oración y Vida en el Norte de África, en la española ciudad de Ceuta.

Han sido 25 años de colocar piedra a piedra nuestras esperanzas, nuestras inquietudes, nuestro trabajo y nuestra vocación como guías de TOV, una vocación nacida de la necesidad de encontrarnos con Jesús en el silencio de nuestra oración; oración que se convirtió, poco a poco, piedra a piedra en nuestra propia Conversión Permanente para cambiar nuestra figura por la figura de Jesús…y aquí seguimos, dando lo mejor que podemos de cada uno de nosotros y siendo conscientes del bien que nos ha hecho ser guías.

Recordando los obstáculos superados, los caminos recorridos, las puertas a las que hemos llamado, alegrías, decepciones, lágrimas, amistades verdaderas y otras tantas perdidas en el camino, experiencias buenas y malas, desempeño de funciones que nos han hecho más fuertes y fraternos…en fin, mucha vida dada y recibida con la única intención de llevar vasos de Esperanza y Alegría a los necesitados del Amor de Dios.

Inopinadamente llegó este servicio a nuestras vidas simples y sencillas, donde se hallaba un denominador común, el convencimiento de que a Jesús solo se le conoce de rodillas y con la esperanza de poder ayudar a nuestro Señor en su tarea evangelizadora, todo eso sin saberlo al principio ni nosotros mismos.

Y así nos lanzamos, un grupo de personas, a caminar, en la pequeña ciudad española del norte de África, sin mirar atrás, con muchas incertidumbres e inseguridades, pero con un sueño en el alma y dispuestas a entregarnos con amor y humildad a la voluntad de Dios sin saber cuál sería esta y sin pensar en el mañana, solo el aquí y el ahora contaba para nosotros.

La vida nos cambió de tal manera que al ir dando pasos pequeños, Dios se hacía más presente en nosotros y fuimos descubriendo que, cuanto más humildes pudiéramos ser, más felices nos encontraríamos y que necesitando, cada vez, menos cosas del mundo éramos colmados de riquezas que nos llenaban el alma, y así fuimos caminando cada día, con nuestro propio esfuerzo, contrariedades de la vida cotidiana, resistencia de la propia familia que limitaba nuestro avance en las cosas de Dios; costaba sacar el tiempo para dedicárselo a Nuestro Señor, pero Él estaba con nosotros y nos hacía felices y confiados, tanto que fuimos subiendo peldaño tras peldaño y también fuimos cumpliendo años, madurando en nuestra fe y aprendiendo a hablar con nuestro Gran Amigo Jesús; estábamos aprendiendo, sin darnos cuenta, a convertir nuestro corazón de piedra en uno de carne.

Sin grandes acontecimientos, en el silencio, en la sencillez del corazón, enamorados de Dios, y así continuamos, más mayores pero igualmente entusiasmados y convencidos de nuestra vocación en esta época de la vida, tan difícil, que nos está tocando vivir a toda la humanidad.

Vivíamos nuestro ser guías sencillamente, con humildad y obediencia, comprendiéndonos y aceptándonos unos a otros como al mismo Jesús, limando asperezas, aprendiendo mutuamente de nuestros carismas y aceptando con paz los momentos difíciles que nos tocó vivir, aprendiendo, con el pasar de los años, que las cosas sucedieron como tenían que suceder y que todo lo vivido fue permitido por Dios para que nosotros supiéramos leer, entre líneas, la Voluntad Divina y crecer en la fraternidad y la humildad…todo está bien Señor , gracias por ello.

Hemos intentado vivir y servir con sencillez, procurando, siempre, la Gloria de Dios que estaba por encima de nuestro interés personal; hemos logrado apoyarnos unos a otros y caminar juntos respetando nuestro propio espacio, sin grandes pretensiones, experimentando que la Fraternidad se puede hacer vida con Jesús vivo en el corazón y que todas las dificultades se superan si somos libres ante Dios y los hermanos.

Dando y dando cada día, nuestra vida, simple y sencilla, fue obteniendo la calma aun en medio de las tempestades que la propia existencia nos ha traído a cada uno.

Y fuimos cumpliendo años, sueños, metas…algunos hermanos se quedaron por el camino, cumplieron su misión, ¡no hay duda! y otros, nuevos, han llegado a nuestro hogar y estamos alegres y felices ¡Gloria a Ti Señor! Seguimos colocando, golpe a golpe pequeñas o grandes piedras en nuestra construcción de TOV en el Norte de África; trabajando codo con codo y dando a conocer, lo que nuestro Fundador, P. Ignacio Larrañaga, creó para que el hombre fuera más feliz sufriendo menos y fuimos acercando a todos los Talleristas a Dios mismo ,con ello nosotros, los guías, nos hemos ido acercando más Dios y como, por una fuerza infusa y desproporcionada, cuanto más hacíamos por Dios y los hermanos, más se nos llenaba el alma de gozo y alegría, porque esos pequeños gozos siempre son los más bellos. ¡Es el milagro que hace Dios al propio guía!

Así, nos hemos ido haciendo mayores o quizás más viejos, dando y dando, cada día, con altibajos, mucho esfuerzo, pero sobretodo, con mucho cariño, vocación y oración, colocando una piedra sobre otra, en este edificio que sigue ascendiendo humildemente, con los hermanos que acuden a nuestros servicios.

Hemos comprobado, con las experiencias vividas, que cualquier hombre sencillo puede hacer realidad el sueño de escuchar la llamada del Señor para guiar a otros a acercarse y conocer mejor a Jesucristo y su Palabra ayudándole a recuperar el equilibrio interior, la paz y la alegría de vivir. “En una vida sencilla hallarás la forma en la cual tu corazón obtendrá la calma”

¡Gracias Señor Jesús! Por permitirnos cumplir las bodas de plata en esta familia TOV, que creaste en Ceuta, y a todos los que hicieron posible nuestra preparación como guías en aquél tiempo pasado.

Te pedimos que nos sigas dando fuerzas y entusiasmo para que podamos seguir poniendo, cada día y por muchos años más, una piedra sobre otra en esta construcción que es tuya con Oración, Humildad y mucha, mucha Fraternidad.

Te pedimos que hagas posible que siempre podamos vivir tu Sueño de Oro entre nuestros guías y que, dándote a conocer, te conozcamos cada vez más para poder llegar a ser una verdadera transparencia de Ti.

Todos los sueños se harán realidad si, con un alma sencilla y juntos, nos ponemos a caminar para mayor gloria de Dios y bien de la Iglesia.