¡Todo lo hiciste con sabiduría, Señor! Me invitas a reflexionar sobre la impermanencia de las cosas, de las situaciones, de la transformación de los procesos y que luego de la tormenta, el sol vuelve a salir y con nuevos aprendizajes, porque todo lo hiciste con absoluta sabiduría. El Señor tiene el control de las situaciones, por lo que debo creer en su Palabra y en sus promesas. También me invita a confiar y a entregarme sin reparos.
Señor, gracias por haberme escogido para vivir esta experiencia de amor, humildad y compasión. Porque Tú eres mi Padre, que me arropa con el Manto Sagrado del Amor. Te pido que te quedes conmigo y no permitas que me separe de tu lado, ayúdame a no ser obstáculo en el plan de vida que tu tienes para mí y ser un instrumento de tu paz. ¡Mi alma te anhela! ¡Gracias por el sonido de tu voz en medio del silencio!
Nancy Viviana Lemus Ramírez