Bendito Dios he vivido este Encuentro de Experiencia de Dios, excelentemente dirigido, motivado con mucho amor y paz.
Como siempre nuestro Padre Dios se ofreció con su regalo de Amor Paterno. Disfruté desde el primer día hasta el último. El silencio y la soledad son propicios para el deleite con Dios. Por supuesto el Espíritu Santo me acompañó en mi disposición y concentración para lograr el Encuentro.
Gracias padre Ignacio por TOV, su entrega y obediencia a Dios, nos ha enseñado maravillas del Señor.