Mi nombre es Adelaida Sánchez. Mi experiencia transformante con los Talleres de Oración y Vida la viví en Funza, Colombia; fue una invitación directa que me hizo Dios, ya que nunca antes había oído hablar de este tipo de talleres en mi país, y cuando a través de la parroquia Santiago Apóstol escuché la invitación, surgió espontáneamente mi necesidad de desarrollarlo quizás por las diferentes circunstancias o adversidades que estaba dejando afectaran mi vida en ese momento.
Hoy, después de haber sido responsable y cumplida con lo propuesto a lo largo de las sesiones del Taller, puedo decir que pude y puedo tener un acercamiento, un conocimiento pleno y una relación directa y correspondida con el gran amor y misericordia que Dios me tiene y que a veces lo dudaba porque lo buscaba a mi manera y en mis tiempos; hoy afronto con paz, armonía y tranquilidad cada situación y doy infinitas gracias a Dios por mostrarme a través de su Hijo Jesucristo su amor, su misericordia y su caridad, para poder así sentirlas y compartirlas con quienes tengo cerca; vale la pena el Taller y más aún, vale la pena amar y sentirme una hija amada y confiada en Dios Padre.