He podido encontrar respuestas a demandas del espíritu y permanezco, agradecida por la sabiduría del P. Larrañaga sobre los entresijos del alma.
Me encantaría que todo cristiano viviera esta experiencia al menos una vez en su vida, por ejemplo, previo al sacramento de la confirmación.
Y como responsable de Pastoral en mi trabajo con jóvenes me posibilita un horizonte y me clarifica respecto de los pilares que hemos de pasar a las nuevas generaciones, para poder hacer realidad ese sueño de la transfiguración al que apuntaba el P. Ignacio. Personalmente me ha consolado mucho ese saber de cómo orar ante los altibajos emocionales y permanezco profundizando a través del libro «la rosa y fuego». Aprovecho para agradecer a todos los que habéis posibilitado el encuentro y mantenéis vivo este hermoso sueño».
Edurne Urdampilleta – S Sebastián (País Vasco)
Testimonios participantes en el
Encuentro de Experiencia de Dios en Madrid, España
(Segundo Testimonio)