Alrededor de 350 Guías de 13 países se congregaron el 28 de octubre pasado, en Santiago de Chile para conmemorar el Tercer Aniversario de la Pascua de Padre Ignacio en el Cementerio Parque del Recuerdo. La Eucaristía de Acción de Gracias por su vida y obra, celebrada en la capilla del lugar, fue presidida por el sacerdote capuchino Miguel Angel Ariz amigo y compañero de Fraternidad de P. Ignacio.
En la Homilía P Miguel Angel hizo énfasis en la labor misionera llevada a cabo por P. Ignacio a lo largo de su vida sacerdotal:
Dios fue cultivando el corazón de P. Ignacio para trabajar por el Reino. Dios lo llamó para que fuera su discípulo y misionero. Y en él se cumplían aquellas palabras del Evangelio: Salía de él una fuerza que sanaba.
Trajo a la memoria las palabras del Arzobispo de Santiago el dia del funeral:
“Él es un regalo de Dios para la Iglesia, ha sido un regalo de Dios para nuestra familia Capuchina y un regalo para ustedes miembros de los Talleres de Oración y Vida. Él nos ha mostrado a Cristo y nos ha impulsado con pasión a ser personas de oración. Él esta junto al Padre y vive en nuestro corazón y nos anima a que esta celebración sea un encuentro con el Dios vivo, con Jesucristo, un momento de gracia para todos.
Al finalizar la Eucaristía la Coordinadora Internacional Maria Eugenia Toro se dirigió a los presentes, recordando que en los últimos 20 meses de su vida padre Ignacio se entregó en las Semanas de Culminación, hasta dejar su vida en Guadalajara en la semana 59 de las 62 programadas. Hizo énfasis en la necesidad apremiante de la Oración Personal, como lo reafirmaba padre Ignacio en cada una de esas Semanas: – Quiero hacer de los Guias un pueblo de convertidos, un pueblo de adoradores en espíritu y en verdad. Lucharé hasta el final para lograr un pueblo de Guías fervorosos, santificados, idealistas y verdaderamente enamorados de Nuestro Señor Jesucristo-.
El mejor homenaje que los Guias podemos hacer a la memoria de nuestro fundador es mantenernos en oración, renovando cada dia nuestro amor y nuestro compromiso con el Señor, en la tarea evangelizadora que nos ha sido encomendada.
Finalizada la Eucaristía, seguida con mucha unción por los numerosos asistentes, en su mayoría Guías, que viajaron especialmente para compartir como familia esta fecha tan significativa para los Talleres de Oración y Vida, se dirigieron en romería a dejar un recuerdo de rosas que formaban el logo de los TOV y a tener una última oración grupal ante su tumba.