“Dios llegará a media noche y colmará todas las expectativas. Dios vendrá sentado sobre su humilde burrito, dentro del seno de una Madre Pura. Dios vendrá esta noche y traerá regalos. Traerá una cajita de oro repleta de Humildad y Misericordia. La Ternura vendrá colgando de su brazo. Dios vendrá esta noche y mañana amanecerá el Gran Día.
Dios vendrá esta noche y la casa se llenara de perfume de violeta y amapolas. Dios vendrá esta noche, y herirá con un rayo de luz las oscuridades ocultas y mostrará su Rostro a todas las gentes. Saldrá el Señor desde el Oriente y, avanzando sobre las aguas liberadoras, llegará hasta nosotros esta misma noche, y no habrá más cadenas.
Dios vendrá esta noche, y arrancará las raíces del egoísmo y las sepultará en las profundidades del mar. Dios vendrá esta noche, y nos señalará caminos y avanzaremos sobre sus sendas. El Señor está a punto de llegar con resplandor y poder. Vendrá con la bandera de la Paz y nos infundirá Vida Eterna. ¡Ya llega!
Jesús, ¡Niño de Belén!
“La estrella que brilla más allá de la noche y la nieve
cuelga hoy a la intemperie en el silencio nocturno
sobre un establo destartalado
habitado por fulgores y sonrisas claras
de un recién nacido sin banderas ni tambores.
Pero trae consigo primaveras, leña y trigo,
racimos, alegría, milagros,
espuma, serenidad y ensueños
para todos ustedes, amados de Dios.
¡Feliz Navidad!
Adaptado del libro El Hermano de Asís, y de la Carta Circular N°11 del P. Ignacio Larrañaga