¡Ya viene!
Estamos esperando a Alguien que nos enseñe a movernos en el laberinto de la angustia.
¡Ya viene!
Soñamos en alguien que nos muestre cómo transformar
los lamentos en canciones, el luto en danza y la muerte en vida.
¡Ya viene!
Todos estamos esperando al que ha de venir y vendrá a media noche
con una alcuza de aceite para las lámparas y las heridas.
Y a media noche las cadenas se romperán, se oxidarán las espadas
y habrá vendimia, boda y danza.
¡Ven pronto, Señor Jesús!
Ignacio Larrañaga ofm