Mi nombre es María José, tengo 22 años y quiero darle la Gloria a Dios porque Él ha permitido que este retiro se lleve a cabo, son tiempos difíciles, pero somos guerreros de Dios. El Señor ha tocado una vez más mi corazón de una manera especial. Desde que supe que era de Talleres de Oración y Vida mi alma se alegró pues soy testigo de que la oración es un arma sumamente poderosa, y que es en los Tiempos Fuertes en donde el Señor nos sana, nos libera, nos transforma sólo es cuestión de buscarlo, estando disponibles de cuerpo, alma y espíritu. Me quedo con más sed de Él, con ganas de aprender más, de experimentar más de su amor en los Tiempos Fuertes y un amor ferviente dispuesto a dar. Que nuestro amado Padre aumente nuestra fe, humildad, nos dé el coraje y la disciplina, así como el don de ser autocríticos para actuar bajo su Voluntad. Doy gracias a Dios por la vida de quienes hicieron posible este retiro, de las personas que estuvieron orando por nosotros. Sean sabedores que su intercesión ha sido atendida por el Padre, ruego a Dios siga tomándolos como instrumento, que sigan siendo luz, así como en estos tiempos difíciles, guiados siempre por el Espíritu Santo y siguiendo el ejemplo de María; intercesora por excelencia ¡Gloria a Dios!
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